El 21 de diciembre de 2024, en la Clínica Santa Isabel de Lima, Perú, nació el primer bebé concebido mediante la tecnología de maduración de óvulos externa (IVM, por sus siglas en inglés), conocida como Fertilo. Este hito marca un antes y un después en la medicina reproductiva, demostrando el impacto del progreso científico y tecnológico en los tratamientos de fertilidad a nivel mundial.
La innovación ofrece una alternativa más accesible y menos invasiva para parejas con dificultades para concebir, reduciendo tanto los costos como los riesgos asociados a los métodos tradicionales.
¿Qué es la tecnología de maduración de óvulos externa (IVM)?
La tecnología de maduración de óvulos externa, conocida como IVM, consiste en la extracción de óvulos inmaduros de los ovarios para completar su desarrollo en un entorno controlado fuera del cuerpo de la mujer. Este enfoque difiere de la fertilización in vitro (FIV), donde los óvulos ya maduros son recolectados después de un tratamiento hormonal intensivo.
Proceso de IVM
Extracción de óvulos inmaduros: Los óvulos se obtienen directamente de los folículos en un estado inmaduro.
Maduración en laboratorio: Los óvulos se colocan en un medio de cultivo específico que simula las condiciones del cuerpo humano, permitiendo que alcancen la madurez necesaria para la fertilización.
Fertilización y transferencia: Una vez maduros, los óvulos se fertilizan con esperma en el laboratorio, y los embriones resultantes se transfieren al útero.
La principal ventaja de la IVM radica en que elimina la necesidad de medicamentos hormonales intensivos, reduciendo así los efectos secundarios y el costo del tratamiento.
¿Cómo se logró este avance en Perú?
El hito logrado en Perú es resultado de un esfuerzo colaborativo entre especialistas en fertilidad y tecnología de reproducción asistida. Los óvulos inmaduros fueron extraídos mediante una técnica de punción ovárica guiada por ultrasonido. Posteriormente, los óvulos fueron sometidos a un medio de cultivo optimizado en un laboratorio de última generación.
Innovaciones destacadas
Medio de cultivo avanzado: El equipo utilizó un medio especialmente diseñado para emular las condiciones del cuerpo humano, asegurando una maduración eficiente y segura.
Monitoreo en tiempo real: Se implementaron sistemas de monitoreo continuo para controlar factores como temperatura, pH y concentración de nutrientes.
Equipo multidisciplinario: El proceso involucró a biólogos, ginecólogos, embriólogos y tecnologías de reproducción asistida.
El éxito del procedimiento también dependió de una coordinación meticulosa con la paciente, quien recibió atención personalizada durante todo el tratamiento.
Beneficios de la maduración de óvulos externa frente a otros métodos
La tecnología IVM ofrece varias ventajas en comparación con la FIV y otros tratamientos de fertilidad tradicionales. Entre los beneficios más destacados se encuentran:
Menor uso de medicamentos hormonales
En los tratamientos de FIV, las pacientes suelen someterse a un protocolo hormonal intensivo para estimular los ovarios. Este proceso no solo es costoso, sino también puede causar efectos secundarios como síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO). La IVM elimina esta necesidad, haciendo el procedimiento más seguro.
Reducción de costos
La eliminación de medicamentos hormonales y la simplificación del proceso hacen que la IVM sea una opción más asequible, ampliando su accesibilidad a una población más amplia.
Mayor comodidad para las pacientes
Al ser menos invasivo y requerir menos intervenciones médicas, el procedimiento resulta menos estresante para las mujeres, mejorando su experiencia general durante el tratamiento.
Potencial para preservar la fertilidad
La IVM también se perfila como una solución prometedora para pacientes con cáncer que necesitan preservar su fertilidad antes de someterse a tratamientos como quimioterapia o radioterapia.