El mundo del espectáculo está lleno de historias de éxito, pero también de dramas familiares que han marcado la vida de muchas estrellas. Este es el caso de Kate Hudson, quien logró forjar una carrera brillante en el cine a pesar de la complicada relación con su padre biológico, el músico Bill Hudson. Su historia es un reflejo de cómo, en ocasiones, el amor y el apoyo no provienen de la familia de sangre, sino de quienes deciden estar presentes.
Todo comenzó en 1975, cuando Bill Hudson conoció a la icónica actriz Goldie Hawn durante un vuelo de primera clase entre Nueva York y Los Ángeles. La química fue instantánea, y poco después iniciaron una relación que rápidamente se convirtió en matrimonio. En 1976, la pareja dio la bienvenida a su primer hijo, Oliver Hudson, y tres años más tarde nació su hija, Kate Hudson.
Aunque parecían formar una familia feliz, las diferencias irreconciliables llevaron a su separación en 1981. Según Hudson, Goldie tenía una visión muy distinta del compromiso y del matrimonio, lo que generó tensiones entre ellos. Tras el divorcio, la actriz inició una relación con el actor Kurt Russell, con quien sigue unida hasta el día de hoy.
Mientras Goldie y Kurt construían una nueva vida juntos, la relación de Bill con sus hijos comenzó a desmoronarse. Oliver y Kate crecieron bajo el cuidado de su madre y de Russell, quien poco a poco asumió el rol de figura paterna. Para ellos, fue él quien estuvo presente en los momentos importantes, mientras que su padre biológico se distanciaba cada vez más.
Con el paso de los años, la tensión entre los Hudson y su padre se hizo más evidente. En 2015, Oliver desató la polémica al publicar un mensaje en redes sociales el Día del Padre, en el que escribió: «Feliz día del abandono», acompañado de una foto junto a su padre y su hermana Kate. Esta publicación generó una fuerte reacción en Bill, quien expresó su dolor y frustración en entrevistas, asegurando que sus hijos ya no formaban parte de su vida.
La situación se agravó aún más cuando Kate también elogió públicamente a Kurt Russell como la única figura paterna que realmente estuvo presente en su vida. En respuesta, Bill declaró que sus hijos estaban «muertos» para él y que lamentaba su pérdida como si realmente hubieran fallecido.
A pesar de la controversia, tanto Kate como Oliver han optado por dejar atrás el pasado y centrarse en la familia que han construido junto a su madre y su padrastro. Hoy, Kate Hudson es una reconocida actriz de Hollywood, mientras que Oliver ha tenido una exitosa carrera en televisión. Ambos han manifestado en diversas ocasiones su gratitud hacia Kurt Russell, a quien consideran su verdadero padre.
Mientras Bill Hudson sigue distanciado de sus hijos, Kate y Oliver han encontrado en Russell el apoyo y la estabilidad que necesitaban. Su historia demuestra que la familia no siempre se define por la sangre, sino por quienes eligen quedarse a pesar de las dificultades.
