La historia de Eugene Finney, un hombre que fue "mordido por un tiburón y salvado por el cáncer", es un caso curioso y real que ocurrió en el año 2015. Aquí te cuento un resumen de lo que sucedió:
La mordida que le salvó la vida: La historia de Eugene Finney
En julio de 2015, Eugene Finney, un hombre de Massachusetts (EE.UU.), estaba de vacaciones en California con su familia. Mientras nadaba en la playa de Huntington Beach junto a su hija, algo lo golpeó fuertemente por detrás, como si hubiera sido atropellado por un automóvil. El golpe le provocó un fuerte dolor en la espalda y un corte en la zona dorsal.
Más tarde, los socorristas de la playa confirmaron que un tiburón había sido avistado en el área, y el impacto que sintió Finney probablemente fue una mordida o un golpe del tiburón.
Afortunadamente, sobrevivió al incidente y regresó a casa. Sin embargo, el dolor persistente en el pecho lo llevó a acudir al hospital unos días después.
El hallazgo inesperado
Durante la revisión médica por el dolor, los médicos decidieron hacerle una tomografía computarizada (CT scan). En el escaneo no solo detectaron que tenía algunos tejidos dañados por el golpe del tiburón, sino que descubrieron algo mucho más grave: un pequeño tumor en el riñón derecho de Eugene.
Era un cáncer en etapa temprana. Gracias al descubrimiento oportuno, los médicos pudieron extirpar el tumor con éxito antes de que se propagara, y no necesitó ni quimioterapia ni radiación.
Eugene describió la experiencia como una señal del destino. Él mismo dijo:
"Ese tiburón me salvó la vida."
A pesar de lo traumático del ataque, agradece la situación porque gracias al incidente se descubrió su cáncer a tiempo, y hoy está vivo para contarlo.
A veces, lo que parece una tragedia puede ser una bendición disfrazada. Eugene Finney vivió un momento aterrador, pero de esa experiencia salió una segunda oportunidad de vida.