Una comunidad del norte de Australia quedó consternada tras confirmarse la trágica muerte de una niña de 12 años, cuyos restos fueron hallados dentro de un cocodrilo de agua salada, una de las especies más grandes y peligrosas del mundo.
¿Dónde ocurrió?
El incidente tuvo lugar cerca de Palumpa, una remota comunidad aborigen ubicada a unos 350 km al suroeste de Darwin, en el Territorio del Norte. Esta zona está rodeada de ríos y humedales, hábitat natural de cocodrilos marinos.
¿Cómo sucedió la desaparición?
La niña fue reportada como desaparecida el martes 2 de julio de 2024, luego de que saliera a nadar con miembros de su familia en un riachuelo local. En cuestión de minutos, se perdió todo rastro de ella. Los familiares dieron la alarma, lo que activó un gran operativo de búsqueda.
Búsqueda intensiva
La policía del Territorio del Norte, junto con equipos de búsqueda y rescate, desplegó drones, helicópteros y embarcaciones para intentar localizar a la menor. Testimonios de la comunidad indicaron que se habían visto cocodrilos cerca de la zona del incidente.
Abatieron dos cocodrilos
El jueves 4 de julio, dos días después de la desaparición, los equipos localizaron y abatieron a dos cocodrilos de gran tamaño en el área. Uno de ellos medía más de 4 metros de largo.
Al realizar la inspección del cuerpo del segundo cocodrilo, los investigadores hallaron restos humanos en su interior, los cuales fueron enviados a expertos forenses. Tras realizar los análisis, se confirmó que pertenecían a la niña desaparecida.
Dolor en la comunidad
La familia fue notificada inmediatamente y se encuentran devastados por la pérdida. Las autoridades locales y representantes indígenas ofrecieron su apoyo psicológico y emocional. La policía también pidió respeto por la privacidad de la familia durante el duelo.
Riesgos en la zona
El norte de Australia es una de las regiones con mayor población de cocodrilos del planeta. Existen numerosas señales de advertencia en zonas de ríos, pero los ataques no son imposibles, especialmente cuando se nada en zonas no vigiladas.
Desde 2005, Australia ha registrado decenas de ataques de cocodrilos, muchos de ellos fatales. La combinación de agua turbia, altas temperaturas y la presencia de presas humanas desprevenidas crea un riesgo real en zonas remotas.
