La repentina partida de Gene Hackman y su esposa, la pianista Betsy Arakawa, ha dejado una ola de preguntas sin respuesta. A casi una semana del hallazgo de sus cuerpos en su residencia de Santa Fe, Nuevo México, las investigaciones continúan mientras las autoridades intentan esclarecer las circunstancias de su fallecimiento.
El pasado 26 de febrero, la noticia conmocionó a la industria del entretenimiento: el legendario actor, ganador de dos premios Óscar, fue encontrado sin vida dentro de su hogar, al igual que su esposa. En un principio, los reportes indicaban que no había señales de un hecho criminal, pero con el avance de las investigaciones, han surgido elementos que han llevado a considerar distintas hipótesis.
Según fuentes oficiales, Hackman, de 95 años, fue hallado en el vestíbulo de la casa, mientras que su esposa fue encontrada en el baño junto a un frasco de pastillas, lo que el sheriff de Santa Fe, Adan Mendoza, calificó como una «prueba significativa». Ante la incertidumbre sobre la causa del deceso, la hija del actor, Elizabeth Jean Hackman, declaró en una entrevista que la familia sospechaba una posible intoxicación por monóxido de carbono, ya que no tenían indicios de problemas de salud previos que pudieran haber provocado un desenlace tan trágico.
Sin embargo, los equipos de emergencia que inspeccionaron la residencia descartaron la presencia de monóxido de carbono. Tanto el departamento de bomberos como la Compañía de Gas de Nuevo México realizaron pruebas en la vivienda y no encontraron rastros de fugas.
Mientras la investigación sigue su curso, los vecinos de la pareja han brindado nuevos detalles sobre su estilo de vida en la comunidad cerrada donde vivían, ubicada a cinco millas de Santa Fe. Según relataron al New York Times, Hackman y Arakawa eran personas extremadamente reservadas, a tal punto que algunos vecinos aseguraron haber tenido muy poco contacto con ellos en años.
James Everett, quien vivió en una casa cercana durante cinco años, comentó que, a pesar de la proximidad, nunca había interactuado con ellos. «Ellos tenían una puerta, nosotros teníamos una puerta, y simplemente nunca nos cruzamos», explicó.
Otro residente, Bud Hamilton, quien compartió vecindario con Hackman durante más de dos décadas, mencionó que solo tuvo la oportunidad de cenar con la pareja en una ocasión. De manera similar, Harvey Chalker, otro antiguo habitante de la zona, señaló que el actor prefería la privacidad. «No quería ser molestado, y no lo culpo por ello», comentó.
El misterio en torno al fallecimiento de Hackman y Arakawa ha dado lugar a diversas especulaciones, mientras las autoridades trabajan para determinar qué ocurrió realmente en la casa del actor. Lo único claro hasta el momento es que la última señal de vida de Hackman se registró el 17 de febrero, cuando su marcapasos detectó su último latido.
A medida que avancen las investigaciones, el mundo sigue recordando a Gene Hackman como una de las grandes leyendas del cine, mientras su historia final sigue siendo un enigma por resolver.