Brandon era un joven común, sociable y responsable. Acababa de terminar el primer año en el Minnesota West Community and Technical College. Esa noche, asistió a una pequeña fiesta con amigos para celebrar el final del semestre.
Cerca de la medianoche, decidió conducir de regreso a su casa en Marshall, Minnesota. Pero algo salió mal en el camino.
Un accidente menor… y una llamada desesperada
Aproximadamente a la 1:15 a.m., el auto de Brandon cayó en una zanja en una zona rural. No estaba herido, pero su coche no podía salir por sí solo.
Entonces, hizo lo más lógico: llamó a sus padres para que lo buscaran.
Brandon les dijo que estaba cerca de Lynd, un pequeño pueblo, y que esperaría junto a la carretera con las luces del auto encendidas para que lo vieran. Sus padres de inmediato salieron a buscarlo.
Pero al llegar al lugar indicado, no encontraron ni a Brandon ni a su vehículo.
Una llamada de 47 minutos… y el silencio
Brandon se mantuvo en contacto telefónico con su padre, Brian Swanson, durante 47 largos minutos. Durante la llamada, Brandon no parecía nervioso, pero sí frustrado. Pensaba que sus padres simplemente no estaban en el lugar correcto, así que decidió empezar a caminar por la carretera hacia lo que creía era Lynd.
Mientras caminaba, describía lo que veía: luces a lo lejos, campos, vallas… Sus padres trataban de seguir las pistas para encontrarlo. Pero las descripciones no coincidían con la zona en la que ellos estaban.
Y entonces, de repente, Brandon dijo una frase inquietante:
"¡Oh, merd!"
Y luego… silencio absoluto.
La llamada no se cortó por completo, pero Brandon dejó de hablar. No se escuchó ningún grito, ruido fuerte ni caída. Solo silencio.
La búsqueda desesperada
Al día siguiente, sus padres notificaron a la policía. En un principio, las autoridades no tomaron el caso en serio, asumiendo que Brandon solo se había escapado por su cuenta, como suele creerse en muchas desapariciones de jóvenes adultos.
Pero cuando finalmente localizaron su coche, no estaba ni cerca de Lynd, sino a más de 30 km al noroeste, cerca de la ciudad de Taunton, en un camino rural remoto.
Equipos de búsqueda, voluntarios y perros rastreadores se desplegaron en la zona. Los perros lograron seguir el olor de Brandon hasta el borde del río Yellow Medicine, donde parecía que él había entrado al agua.
Sin embargo… no encontraron su cuerpo.
No había señales de que se hubiera ahogado, ni sus pertenencias, ni ropa, ni huellas posteriores. Nada.
Teorías e incógnitas
El caso de Brandon Swanson sigue sin resolverse hasta hoy. Hay múltiples teorías:
¿Se cayó al río y murió ahogado?
Es una posibilidad, pero su cuerpo nunca apareció, ni siquiera aguas abajo, a pesar de múltiples búsquedas.
¿Fue víctima de un crimen?
Aunque hay poca evidencia, algunos creen que pudo haberse encontrado con alguien más esa noche mientras caminaba por caminos rurales.
¿Se desorientó y murió de hipotermia?
Era una noche fría y rural, y Brandon caminó en la oscuridad por casi una hora. Pero nuevamente, no se encontró ningún rastro físico.
¿Sufrió una caída u otro accidente después de la llamada?
Algunos creen que el “¡Oh, merd!” pudo deberse a que tropezó o cayó en un pozo, una zanja o algo similar. Pero no se halló evidencia de eso tampoco.
Legado y ley Brandon
A raíz de la negligencia policial inicial, los padres de Brandon lucharon por un cambio en la ley. En 2009, se aprobó la “Ley Brandon” en Minnesota, que obliga a las autoridades a comenzar una investigación inmediata cuando un adulto desaparece en circunstancias peligrosas, sin importar la edad o si hay sospecha de delito.
Hoy, más de 15 años después…
Brandon Swanson sigue desaparecido. Su familia nunca ha dejado de buscarlo ni de mantener viva su memoria.
Y su última palabra, esa misteriosa exclamación de alerta, aún resuena en el misterio de una noche rural, entre caminos sin luz, un río silencioso… y muchas preguntas sin respuesta.
