El día más esperado de sus vidas se transformó en una pesadilla que los marcará para siempre. Lo que debía ser una noche de alegría y festejo para Haneen y Revan terminó en una tragedia impensable cuando un incendio arrasó con el salón donde celebraban su boda en Qaraqosh, Irak, dejando un saldo de más de 100 personas fallecidas y al menos 150 heridas.
La celebración, a la que asistieron cerca de 900 invitados, se llevaba a cabo en un salón de banquetes en la provincia de Nínive, cuando, en cuestión de segundos, el fuego se propagó sin control. Testigos describieron cómo las llamas surgieron mientras la pareja bailaba, convirtiendo la felicidad en horror.
Revan, aún en estado de conmoción, recordó el aterrador momento en una entrevista con Sky News: “Sentimos el calor… Cuando escuché el crepitar, miré hacia arriba y vi cómo el techo empezaba a derretirse. Todo ocurrió en segundos”. El material altamente inflamable del techo favoreció la rápida propagación del fuego, dejando a muchos sin posibilidad de escapar.
En un inicio, se especuló que el incendio habría sido causado por fuegos artificiales usados en la ceremonia, pero Revan cree que un cortocircuito en el techo pudo haber sido el detonante real. Sin embargo, la falta de seguridad y el uso de materiales prohibidos fueron factores clave que agravaron la situación.
El caos se apoderó del lugar. Los asistentes intentaron huir en medio de la desesperación, empujándose unos a otros en un intento por alcanzar la salida. Revan logró sujetar a su esposa y sacarla entre la multitud, pero Haneen resultó herida mientras otros invitados eran pisoteados en medio del pánico.
La tragedia pudo haberse evitado. El padre del novio había advertido sobre los peligros de los fuegos artificiales, temiendo que pudieran causar un accidente, pero los organizadores de la boda aseguraron que no representaban un riesgo. Esa noche, el fuego arrasó el techo en minutos, sin que los extintores disponibles pudieran hacer algo para contenerlo.
Para Haneen y Revan, el dolor es insoportable. La novia perdió a diez miembros de su familia, entre ellos su madre y su hermano, mientras que su padre resultó gravemente herido. El impacto de la tragedia fue tan profundo que ambos han decidido abandonar su ciudad natal. “No podemos seguir aquí. Cada vez que intentamos encontrar la felicidad, algo la destruye”, lamentó Revan.
Las autoridades iraquíes han detenido a 14 personas, incluidas cuatro implicadas en el uso de los fuegos artificiales, mientras que el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani prometió aplicar sanciones severas y reforzar la supervisión de las normas de seguridad en los lugares públicos.
Las investigaciones revelaron que el techo del salón estaba hecho de paneles altamente inflamables, una violación grave de las normativas de seguridad que contribuyó a la magnitud del desastre.
Desde aquel día, Haneen no ha podido hablar. Su trauma es tan profundo que se ha sumido en un silencio absoluto. Revan, devastado, expresó el vacío que siente tras lo ocurrido: “Es cierto que estamos vivos, pero por dentro estamos muertos. No sentimos nada, estamos vacíos”.
El dolor de esta pareja es una de las caras más desgarradoras de una tragedia que nunca debió ocurrir. Lo que debía ser el comienzo de una nueva vida juntos se convirtió en una herida que difícilmente podrá sanar.
