Una entrevista que prometía ser reveladora terminó en escándalo cuando Ivet Playà, una mujer que asegura haber tenido una relación con Alejandro Sanz, fue invitada al programa español ¡De viernes! y terminó siendo retirada del set por los propios conductores, tras realizar acusaciones que encendieron el debate tanto en el estudio como en redes sociales.
El episodio ocurrió en medio de una creciente tensión entre la joven catalana y el reconocido cantautor. Playà ya había causado repercusión días atrás al hacer públicas en redes sociales ciertas experiencias personales que, según su relato, habría vivido junto al artista. Sin embargo, su aparición televisiva elevó aún más la controversia, al utilizar términos y afirmaciones que los conductores consideraron éticamente inadecuados para tratar en ese espacio.
Durante la entrevista, Ivet relató detalles sobre su supuesto vínculo con Alejandro Sanz, asegurando que fue una relación con componentes personales e íntimos. A pesar de afirmar que no hubo delitos concretos, sí mencionó que existieron —según sus palabras— «irregularidades emocionales», lo que despertó preguntas por parte de los periodistas Beatriz Archidona y Santi Acosta.
Los presentadores le solicitaron a la entrevistada que aclarara los motivos por los cuales consideraba necesario hacer públicas esas vivencias. Frente a eso, Ivet respondió que no hablaba solo por ella, sino también por otras personas que, supuestamente, habrían tenido experiencias similares con el artista. Fue entonces cuando utilizó una expresión que generó gran incomodidad en el set: citó a una tercera persona que lo habría descrito como un “depredador sexual”. Aunque no dijo que esa fuera su propia opinión, el hecho de verbalizarlo provocó que la conversación diera un giro brusco.
Los conductores, visiblemente molestos, decidieron interrumpir la entrevista y dar por terminado el diálogo. Archidona tomó la palabra y explicó que el programa no era un espacio para ese tipo de acusaciones, remarcando que si existía alguna denuncia concreta, el ámbito correspondiente era la justicia, no un plató de televisión. En ese momento, le solicitaron a Ivet que abandonara el estudio.
La secuencia no tardó en hacerse viral y generó opiniones divididas. Mientras algunos usuarios defendieron el derecho de Ivet a expresarse, otros consideraron que sus declaraciones fueron inapropiadas y carentes de pruebas. En redes sociales se multiplicaron las críticas, tanto hacia ella como hacia el programa, por la forma en que se desarrolló la entrevista y por la decisión de expulsarla en vivo.
Por su parte, Alejandro Sanz se manifestó de manera indirecta a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter). En un mensaje breve pero contundente, el cantante pidió a sus seguidores que volvieran a enfocarse en lo positivo y les agradeció por el respaldo recibido en los últimos días. “Gracias por confiar en mí”, escribió, y añadió que valoraba especialmente a quienes se mantuvieron a su lado en momentos difíciles.
Hasta ahora, el artista no ha ofrecido una declaración directa sobre las palabras de Ivet, ni ha mencionado si planea tomar acciones legales. En cuanto a Playà, tampoco respondió públicamente a los mensajes de Sanz ni al cierre abrupto de su entrevista televisiva.
Este episodio reaviva el debate sobre los límites entre la denuncia pública y la exposición mediática, y plantea interrogantes sobre el papel de los medios de comunicación cuando se enfrentan a relatos personales que pueden rozar lo judicial o lo difamatorio. Mientras tanto, la figura de Alejandro Sanz sigue recibiendo muestras de apoyo de sus seguidores, y la polémica en torno a este caso aún no muestra señales de disiparse.
