Lo que debía ser una experiencia inolvidable en los cielos del sur de Brasil terminó convirtiéndose en una tragedia. Un globo aerostático con 21 personas a bordo sufrió un incendio mientras sobrevolaba la región de Praia Grande, en el estado de Santa Catarina, y el siniestro dejó como saldo al menos ocho fallecidos, además de varios heridos.
El accidente ocurrió en la mañana del sábado, cuando el globo se encontraba realizando un recorrido turístico. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que, repentinamente, el fuego se apoderó de la estructura. En cuestión de segundos, las llamas consumieron el globo, provocando una caída que quedó registrada en un video que rápidamente circuló en redes sociales y medios locales. Las impactantes imágenes muestran cómo la tela del globo se convierte en un hilo encendido que cae hacia la góndola, donde viajaban los pasajeros, hasta que impacta contra el suelo.
Las autoridades locales se movilizaron de inmediato. Equipos de bomberos y servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar del siniestro para atender a los heridos y rescatar a los sobrevivientes. En un principio, se informó que el número de ocupantes del globo era de 22 personas, pero con el paso de las horas se confirmó que viajaban 21 personas en total, según aclaró el gobernador del estado, Jorginho Mello, a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter).
El piloto pide a los pasajeros que salten
El globo, operado por Sobrevoar Serviços Turísticos, transportaba a 21 personas cuando se produjo la catástrofe. Según los supervivientes y las fuerzas del orden, se produjo un incendio en el interior de la cesta, lo que obligó al piloto a descender rápidamente.
«Según el piloto, que es uno de los supervivientes, se inició un incendio dentro de la cesta, por lo que comenzó a bajar el globo», declaró el agente Tiago Luiz Lemos a los periodistas, según la BBC. «Cuando estaba muy cerca del suelo, dijo a la gente que saltara».
Trece personas, incluido el piloto, lograron saltar a salvo antes de que el globo, aligerado por su salida, se elevara de nuevo, llevando a los pasajeros restantes hacia un destino ardiente.
En su primer mensaje, el gobernador expresó su consternación: “Estamos profundamente afectados por el accidente de globo ocurrido esta mañana en Praia Grande. Nuestros equipos de rescate están en la zona… hasta el momento, confirmamos ocho fallecidos y dos sobrevivientes”. No mucho después, Mello emitió una nueva actualización, donde anunció que otras 13 personas lograron sobrevivir, lo que generó un pequeño alivio dentro de la tragedia.
A pesar del despliegue de las autoridades y los equipos de rescate, aún no se ha determinado con precisión qué provocó el incendio en pleno vuelo. Se espera que una investigación oficial arroje luz sobre lo sucedido y si existieron fallas técnicas, errores humanos o algún otro factor que desencadenara el fuego.
Este tipo de vuelos turísticos en globo son populares en la región por la belleza natural del paisaje, que ofrece vistas únicas de los cañones y áreas montañosas de Santa Catarina. Sin embargo, este lamentable hecho reabre el debate sobre los protocolos de seguridad y los controles técnicos necesarios para evitar accidentes de esta magnitud.
Las imágenes del momento del incendio han generado gran conmoción en Brasil y en otras partes del mundo, debido al dramatismo de la escena. Sin embargo, también ha surgido una gran ola de solidaridad, con mensajes de apoyo a las familias afectadas y a los sobrevivientes que hoy se recuperan del impacto emocional y físico de lo ocurrido.
El gobierno estatal informó que seguirá brindando asistencia psicológica, médica y legal a todos los involucrados, mientras se espera que en los próximos días se difundan informes preliminares sobre las posibles causas del accidente.
Mientras tanto, la población local y los turistas que suelen visitar la región mantienen la esperanza de que se puedan reforzar las medidas de prevención, para que ninguna experiencia similar vuelva a empañar lo que debería ser un momento de disfrute y conexión con la naturaleza.
Este trágico episodio sirve como recordatorio de que, incluso en las actividades más planificadas y aparentemente seguras, es fundamental revisar constantemente los estándares de seguridad, realizar controles técnicos exhaustivos y estar preparados para actuar rápidamente ante cualquier eventualidad.
